Lección de Integridad Por Thomas Karig 

El 20 de enero Donald Trump deja de ser presidente de los Estado Unidos, después de haber puesto de cabeza durante cuatro años todas las convenciones de lo que significa estar al frente de la primera democracia del mundo. Su gestión tuvo su apoteosis el día 6 de enero en la toma del Capitolio orquestada por él mismo, un evento que en los propios Estados Unidos se calificó como digno de una “república bananera”.

Los actos y los dichos de Trump reflejan no solamente una personalidad que podríamos llamar desequilibrada, sino que también encontraron eco en una buena parte de la población en general, y de muchos políticos en específico, que, si bien podrían no compartir su estilo, vieron en Trump la opción que mejor respondía a su posición política.

Sin duda, el desprecio que Trump expresó por los grupos minoritarios entre sus mismos gobernados, y su desastroso manejo de la pandemia que él quiso politizar como todo, fueron los factores que finalmente sellaron su derrota electoral. Y su absurdo teatro después de las elecciones todavía ayudó a los Demócratas para ganar la mayoría en el Senado.

En una época donde el desarrollo sostenible, la responsabilidad social y ambiental, la lucha contra la corrupción, la integridad y el cumplimiento caracterizan una gestión moderna tanto empresarial como gubernamental, un personaje como Trump que miente y ofende sin miramientos, y que antepone la consecución de sus objetivos personales a cualquier interés de la comunidad, está evidentemente fuera de contexto. Pero ante su posición de poder que es la más importante del mundo, muchos que podrían estar en desacuerdo con él se guardaron sus reservas y trataron de acomodar sus atropellos. Algunos políticos y empresarios claramente pintaron su raya, como Angela Merkel y Justin Trudeau, y también por ejemplo Mary Barra de General Motors, Bill Gates de Microsoft, y Jeff Bezos de Amazon. Afortunadamente, muchas empresas, estados y ciudades en los mismos Estados Unidos mantuvieron sus políticas de protección ambiental a pesar de que el presidente las estaba echando por la borda.

Si enfocamos la actuación de las personas y de las organizaciones desde el concepto fundamental de Integridad, Donald Trump se presenta como la antítesis de todo lo que implica este principio. No solo atentó contra los fundamentos de la ética ofendiendo y perjudicando a personas y grupos que no se acomodan en su visión política, sino que mostró un franco desprecio por las reglas legales e institucionales cuando el seguirlas no convenía a sus intereses. Esto quedó totalmente claro después de que pierde las elecciones y el mismo, alegando que hubo fraude, trata de cometerlo. Ya la toma del Capitolio, ilegal y sediciosa, incitada por un presidente que se decía el representante de la ley y del orden, fue el colmo de lo absurdo.

Afortunadamente, al final del día la solidez de las instituciones y la fortaleza moral de muchos políticos republicanos, si bien no de todos, empezando por el mismo Vicepresidente Pence, enderezaron el rumbo del país, por lo menos por ahora.

La lección para otras sociedades y para los empresarios de todo el mundo es contundente. Los principios éticos, las reglas claras y los mecanismos de “controles y contrapesos” son indispensables para que una sociedad o una organización pueda prosperar en forma sostenible. Las empresas necesitan reforzar sus sistemas de Gobernabilidad, Cumplimiento y Gestión de Riesgos. Un código de Integridad con su mecanismo de aplicación y control es indispensable para cualquier organización.

Solo así evitaremos que los que actúan haciendo a un lado los principios éticos para perseguir sus intereses se salgan con la suya. Suficientes ejemplos hay en el pasado y en el presente de gobernantes y empresarios que apuestan a que el fin justifica los medios. Solamente los vamos a poder llamar a rendir cuentas si generamos una gran coalición de ciudadanos, empresarios y políticos comprometidos con la Integridad.

 

Vean el mensaje de Arnold Schwarzenegger al respecto:

 https://www.youtube.com/watch?v=K3JjHmc6ruo